Descripción:

El budismo afirma que todos poseemos una dimensión profunda innata que desde su propia cordura y bondad es capaz de albergarnos y sostenernos al ser ella mayor que cualquier contingencia o conflicto. ¿Te imaginas como sería sentir que el amor es mayor que cualquier dificultad?

Nuestros tiempos personales y colectivos están poblados de realidades inevitables y, a veces muy dolorosas de integrar. No siempre podemos derramar comprensión cuando llegamos a encrucijadas donde la vida se encuentra con la muerte, el amor con el desgarro, la libertad con el miedo a ser libres, nuestra sombra con nuestra soledad y los problemas lejos de solucionarse llegan a ser fuente de más problemas.

¿Qué hacer? ¿Podemos quedarnos un momento en la incertidumbre antes que encomendarnos a una vacía esperanza? ¿Podemos sentirnos profundamente humanos y respirarnos en vez de dar nacimiento a la evasión o a la obstinación convirtiendo a esa esperanza en una forma de resistencia? Reconocer lo desorientado que estamos puede ser un buen punto de partida, muy honesto, por cierto. Donde el tipo de respuesta que nos demos puede determinar nuestras vidas para un estar en el mundo de los fenómenos entre el miedo y la esperanza.

Las formas en que nos pensamos y las maneras en que nos hablamos en nuestras propias mentes suelen crear sufrimiento e infelicidad, por supuesto absolutamente innecesario. Pero si entrenamos y cultivamos nuestra mente/corazón, desde la atención plena y la compasión, podemos llegar a respirarnos a nosotros mismos en esa dimensión absoluta.